La cultura de la violación, los costes emocionales de los tratamientos de fertilidad, las bondades de
la menopausia, los discursosde las gitanas y de las cristianas feministas, las intervencionesmédicas a
bebés intersexuales, la existencia de pornofeminista y de reguetón queer, la vulneración de derechos
inherente a la modalidad de cuidadora internaà Son algunos delos debates sociales que aborda
la periodista, con arrojo ycon responsabilidad, cuidando el tratamiento y la exposición que
requiere cada historia.
Fernández «invita a habitar y(re)conocer espacios y cuerpos periféricos que reubica sinarrebatarles su
historia», escribe María Angulo Egea en elprólogo.
Y en ese camino, la autora aprende que el melón quenos parece tan novedoso ya lo abrieron otras antes.