El mercado inmobiliario se ha detenido en seco. El sector financiero está colapsado. Nadie parece confiar en nadie. Y la recesión alarga su temida sombra sobre la economía. Pero, ¿cómo hemos llegado hasta aquí?
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información