Robert Forester, un hombre tímido, ingeniero aeronáutico, que abandona Nueva York porque ya no puede soportar las disputas con su mujer, se refugia en un lugar de Pennsylvania para trabajar y encuentra sosiego contemplando a través de las ventanas de su casita a una muchacha desconocida que se afana en las tareas domésticas. Pero ella y su novio descubren que alguien espía la casa, y la joven sorprende un día a Forester. Entonces empiezan los problemas, y el ingeniero se encuentra de pronto atrapado en un drama de pesadilla, terror morboso y asesinato. «Les voy a hacer una propuesta irresistible: relean a Highsmith, o léanla de nuevo, si no la conocen. Yo he releído a Highsmith este verano y he vuelto a disfrutar y a temblar, he vuelto a intoxicarme con el veneno de su literatura» (Rosa Montero, El País). «Las novelas de Patricia Highsmith pueden releerse una y otra vez» (Graham Greene). «La escritura de Highsmith es el equivalente verbal a una droga: fácil de consumir, oscuramente euforizante, totalmente adictiva... Highsmith pertenece al gremio temperamental de Dostoievski o Angela Carter» (David Cote, Tim