Mauricio es el típico hermano mayor: cree que lo merece todo y queMax, su hermano pequeño, es poco más que un sirviente; y si no legusta, que se atenga a las consecuencias.
Una noche suspadres salieron a celebrar una buena noticia y los dejaron solos. Lacosa no pintaba tan mal. Sólo hacía falta que Max diera a Mauricio una enorme ración de helado de chocolate para poderlo tener entretenidoun buen rato y refugiarse en su habitación. El problema llega cuandoMax se da cuenta que no hay helado. Entonces, decide visitar elvecino, un hombre pálido y delgado que no parece de fiar, paraconseguirlo. Pero en lugar de helado, encuentra un libro de hechizos.Max sabía lo que había que hacer. O quizás no ...