Me llamo Mackenzie, tengo dieciséis años y llevo una doble vida: entre semana acudo al instituto como una chica cualquiera y los fines de semana me dedico a cazar a los monstruos que se portan mal. Como un superhéroe pero sin mallas ni antifaz. No me hace falta esconderme. Con mi escaso metro sesenta y una talla “S”, nadie sospecha que puedo patear a tipos que me triplican en peso. Pero lo mejor es que puedo hincharme a dulces y a comida basura: lo quemo todo gracias a mi metabolismo privilegiado. La parte negativa es que la misma furia que me alimenta puede hacerme perder los estribos, por decirlo suavemente. Por eso Marcus me acompaña en todas las misiones. Él es algo así como mi guía en el mundo de lo sobrenatural y el encargado de sujetarme cuando me entusiasmo demasiado.