La sabiduría astrológica tiene orígenes más antiguos que la propia civilización occidental, y nuestros signos del zodíaco son en su mayoría los que los sacerdotes astronómicos de Babilonia señalaron en la bóveda del firmamento. Para explorar tan apasionante camino no hay guía más experto y autorizado que Franz Cumont, quien logra conducir al lector por la historia de las transformaciones de los doce signos.
